Ella sabía que estaba en Pampa y la vía, y aun así se había aferrado a esa ubicación. Como era de esperar el tren Mitre retumbaba en la cocina, mientras Joaquín cortaba de forma perfecta el pan recién hecho de la maquina y ella servía café en 2 tasas, usando leche fría en el café de él. El sentía que ese café con leche no era perfecto, pero era cómodo y amoroso. Con el peso de 3 años llevan todo a la mesa del comedor.
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“Me olvidé de darte el regalo de cumpleaños, linda, te traje chocolates están en la heladera” dice él. -
“muchas gracias, son los de Wholefoods? -
“Si, los de almendras. Una lástima que no estuve para mimarte.” -
La chica con alegría contesta: “¿Aprovechaste los últimos días, pudiste conseguir la tarjeta?” -
“¡Unos días moviditos!” Replica el con una sonrisa que se le marcan todas las arrugas de su frente y entrecejo, mucho más profundas de las que ella antes había visto. “La próxima vamos juntos, y me organizo para ir más tranquilo. Te extrañe mucho, un mes y medio sin verte es un pecado “
Mientras Joaquín habla, ella pierde su mirada en las tostadas, siente la textura concentrada en el pan integral y las semillas sin perder su mirada del plato.
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“Bueno, vaguita, ¿salimos a andar bici? Prometo ir despacio. “Irrumpe Joaquín, en el silencio -
“¡Esta hermoso el día, vamos!” Se le iluminan los ojos a la chica.” Podemos pasar por la dietética para después probar la receta”
Como era de esperar, se escucha un estruendo de las vías.
-“ojo linda, que a la noche me junto con Mariano”, acota Joaquín
Terminan de desayunar, se dan un beso, y Joaquín va bajando a buscar las bicicletas al garaje.
Ella tarda en bajar unos minutos, toma el cepillo de dientes y su remera de pijama, y deja los chocolates en la heladera.
La chica baja al garaje con todo en la cartera, sabiendo con certeza que no estaba más en Pampa y la vía.
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